Hemos finalizado las obras de ampliación del Puente sobre el río Ter en Sant Quirze de Besora, probablemente el puente con la mayor complejidad técnica en la ejecución. El antiguo puente de 60 metros de luz formado por tres arcos de hormigón armado era el único acceso para vehículos y peatones entre el casco antiguo y la parte nueva del municipio así como también para los pueblos de Vidrà y Santa Maria de Besora. Se trataba de una obra de ensanchamiento del mostrador del puente existente, pasando de los actuales 6 metros de ancho a más de 10 metros, incluyendo dos carriles y dos aceras. Entre todas las actuaciones previstas se ha realizado la renovación de los servicios que cruzan el puente, su urbanización, así como los trabajos de adecuación y urbanización de los accesos.

El montaje del nuevo tablero se ha realizado de manera especial ya que se ha hecho a través de 30 dovelas prefabricadas que se colocaron por el método de empuje mediante gatos hidráulicos y carriles provisionales. Otro de los rasgos característicos de este puente ha sido la dificultad añadida de tener que permitir el paso de peatones por el mismo puente durante toda su ejecución, ‘este hecho ha obligado a ser excellentes en las medidas preventivas, así como a establecer una gran coordinación y planificación de todas las tareas » – apuntaba el responsable de Obra Civil de la empresa.

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